Recibido para publicación: 29-11-2020 - Versión corregida: 13-03-2022 - Aprobado para publicación: 15-05-2022
Monterrosa-Castro A., González-Sequeda A., Romero-Martínez S. Estrés psicológico percibido y factores asociados en gestantes de bajo riesgo en control prenatal. Arch Med (Manizales). 2021. 22(1):109-120. https://doi.org/10.30554/archmed.22.1.4085.2022
casi nunca afrontaban sus cosas o resolvían sus problemas. Se encontró EPP en 350 (51,2%). Consumo de bebidas energizantes OR:7,4 [IC95%:1,6-32,5], proble- mas económicos OR:2,9[IC95%:2,0-4,3, conflictos de pareja OR:1,9[IC95%:1,0-3,4],
* A partes del presente trabajo fueron presentados como ponencia oral, en el VII Encuentro Conjunto de Inves- tigadores, realizado por la Universidad de los Andes y la Fundación Santa Fe de Bogotá, declarado entre los ganadores y merecedor al reconocimiento de excelencia. Octubre-2020
Participación intelectual de los autores: AM-C realizó la concepción, diseño metodológico y supervisó todas las fases del proyecto de investigación. SR-M y AG-S participaron en la vigilancia del desarrollo del trabajo de campo, crearon la base de datos, conservaron en custodia la información y bajo la dirección de AM-C, realizaron el análisis estadístico. Todos los autores realizaron la interpretación de datos, redacción, edición, revisiones y aprobación de la versión final.
Médico. Especialista en Ginecología y Obstetricia. Profesor Titular. Líder del Grupo de Investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Cartagena. Colombia.
Email: alvaromonterrosa@gmail.com. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0686-6468
Correspondencia: Dr. Álvaro Monterrosa Castro, La Matuna. Avenida Venezuela. Edificio City Bank. Oficina 6-a. Cartagena, Colombia. Teléfonos: +57 6056642211. Móvil: +57 3157311275.
Médico. Integrante. Grupo de Investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Cartagena. Colombia. Email:andreacarolina320@hotmail.com Orcid: https://orcid.org/0000-0002-1035-4334
Médico. Integrante. Grupo de Investigación Salud de la mujer. Facultad de medicina. Universidad de Cartagena. Cartagena. Colombia. Email: kathe_roma@hotmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1714-4425
angustia OR:2,0[IC95%:1,3-2,9] y cansancio OR:1,7[IC95%:1,2-2,4], se asociación con EPP. También, laborar como empleada OR:0,5[IC95%:0,3-0,7] y ser profesional OR:0,5[IC95%:0,3-0,7]. Hipertensión arterial, diabetes, hipotiroidismo y diabetes ges- tacional, no se asociaron con EPP. La correlación entre PSS-10 con edad materna fue: rho: -0,11[IC95%:-0,21to-0,06] y con años de estudio rho: -0,12[IC95%:-0,19to-0,51]. No se observó correlación entre EPP con edad gestacional, embarazos, abortos, partos ni con cesáreas (p>0,05). Conclusión: se identificó EPP en la mitad de las gestantes y varios factores psicosociales, a diferencia de los obstétricos y biomédicos explorados, se asociaron significativamente.
El estrés es un evento, una respuesta física y emocional de alerta ante situaciones adver- sas o amenazantes, contra la homeostasis del organismo [1,2,3,4,5]. El estrés sobre activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, con aumento de la hormona liberadora de corticotropina, hormona adenocorticotrópica, glucocorticoi- des y mineralocorticoides, así como altera la distribución de algunos neurotransmisores, especialmente la noradrenalina y la dopamina [6,7,8].
El estrés puede ser agudo o crónico. El agudo es positivo; todas las personas lo ex- perimentan y contribuye a manejar situaciones que atentan contra la integridad. El crónico es negativo, cuando el estado de alerta se perpe- túa en el tiempo, aunque haya desaparecido el motivo o no exista situación de peligro y puede generar enfermedades cardiovasculares, me- tabólicas o mentales [9].
El embarazo es un proceso complejo, inclu- ye cambios psicobiológicos y es susceptible a influencias sociales; impacta significativamente la vida de la mujer y contribuye con la percep- ción de bienestar [2,4,9,10]. La fatiga o can- sancio, las micciones frecuentes, los episodios repetidos de sudoración, el dolor dorsolumbar, las dificultades posturales, la labilidad emocio- nal causada por las hormonas placentarias, el miedo a los síntomas o a las complicaciones del embarazo o del parto, la salud e integridad fetal y neonatal, así como las responsabilida- des de la maternidad, suelen ser consideradas causas de estrés en el embarazo [5,6,11]. Los anteriores se suman a estresores generales como: la historia de vida, la situación familiar, la edad, las dificultades económicas, la relación de pareja, la violencia doméstica, el racismo, la discriminación, la madurez personal, etc. [3].
El estrés en el embarazo se relaciona con aborto espontáneo, inquietud fetal, parto pretérmino, bajo peso al nacer, hipertensión arterial, corioamnionitis y mayor llanto en los
primeros meses de vida. También con altera- ciones neuroendocrinas o del neurodesarrollo del infante, con problemas de atención escolar, bajas puntuaciones en la capacidad intelectual, trastornos de conducta y con patologías psi- quiátricas, como la esquizofrenia [2,3,4,5,6,9]. Lo anterior es explicado por cuatro posibles mecanismos. Primero, reducción del flujo sanguíneo fetal, hipoperfusión placentaria y restricción de nutrientes, relacionado con la liberación de catecolaminas durante el episodio de estrés materno. Segundo, mayor transporte transplacentario de hormonas corticosteroides u opiáceos maternos, que incrementan la vul- nerabilidad a enfermedades infecciosas. Terce- ro, excesiva síntesis de hormona liberadora de corticotropina placentaria. Cuarto, mayor grado de reactividad neuromuscular y aumento en la secreción de oxitocina [2,9].
El estrés ha sido estudiado en emba- razadas, con distintas herramientas [2,4,9,10,12,13,14,15,16]. Engidaw et al., in-
dican que la frecuencia está entre 5,5 a 78,0% [1]. Se ha señalado que el estrés, la depresión y la ansiedad, afectan entre el 15-20% de las gestantes, sin embargo, menos del 20% reci- ben la suficiente atención y menos del 20% de los profesionales que adelantan cuidado prenatal, se interesan por la salud mental [17]. En gestantes colombianas y latinoamericanas, es necesario visibilizar más ampliamente los aspectos referentes al estrés. El objetivo fue estimar la frecuencia de estrés psicológico per- cibido (EPP) e identificar factores asociados en gestantes de bajo riesgo obstétrico que acuden a consulta prenatal en una institución de salud del caribe colombiano.
Estudio transversal que hace parte del pro- yecto de investigación “Salud biopsicosocial en gestantes de bajo riesgo en consulta prenatal”, avalado por la Universidad de Cartagena y aprobado según acta 04-2018 por el comité de ética de la Clínica Santa Cruz de Bocagrande,
empresa privada de atención obstétrica en Cartagena, Colombia. Se tuvo en cuenta la declaración de Helsinki y la Resolución 8430- 1993 del Ministerio de Salud colombiano, que clasifica el estudio como de riesgo mínimo [18].
Enfermeras previamente capacitadas, en el año 2019 explicaron los objetivos del estudio e invitaron a gestantes a participar anónima y voluntariamente, diligenciando un formulario con previa firma del consentimiento informado. Se incluyeron embarazadas de cualquier edad, con doce o más semanas de gestación y sin comorbilidades agudas, que salían de consulta prenatal y el obstetra las consideró saludables y sin gestación de alto riesgo. Se excluyeron las que no desearon participar, las que tenían limitaciones psíquicas, físicas o de lectoescritu- ra, embarazo múltiple, gestación alcanzada con tratamiento de infertilidad, antecedente de hos- pitalización en el actual embarazo, alteraciones de líquido amniótico o placentación, ecografía con indicios de malformación fetal, las some- tidas a cerclaje cervical o con antecedente de sangrado genital en la presente gestación, consumo de medicamentos a excepción de las vitaminas e historia personal de patología mental. Las participantes se podían retirar y dejar el formulario incompleto. Se crearon dos carpetas: “descartados” para los incompletos y “estudio” para los completos.
Se utilizó un formulario que tenía un área para que la enfermera registrara el peso y la estatura. Además, un cuestionario para res- ponder en privacidad y auto diligenciado que incluía: aspectos sociodemográficos, historia obstétrica, antecedentes médicos y opiniones sobre su vida personal y familiar. También, el Cuestionario de Estrés Psicológico Percibido, versión abreviada de 10 ítems (PSS-10), que mide EPP en el último mes, o sea el modo en que situaciones de la vida cotidiana se apre- cian como estresantes. Cada pregunta permite cinco opciones de respuesta: 0 (Nunca), 1 (Casi nunca), 2 (De vez en cuando), 3 (Muchas veces), 4 (Siempre). Los ítems 4,5,7,8 se ca-
lifican en forma inversa. A mayor puntuación total, mayor EPP y no se ha establecido punto de corte [15,16,19,20,21]. Con PSS-10 se ha encontrado α de Cronbach de 0,88 en gestan- tes canadienses [21], 0,77 en embarazadas brasileras [15] y 0,75 en gestantes árabes en tercer trimestre [16]. Para este estudio, puntua- ción sobre la media indicará EPP.
Con la fecha de última menstruación, se cal- cularon las semanas gestacionales y con la an- tropometría, el índice de masa corporal (IMC). Para establecer el estado nutricional (normal, infrapeso, sobrepeso y obesidad), se realizó ajuste del IMC con el trimestre de gestación, acorde con la curva/nomograma de Rosso- Mardones [22,23]. Se definió primer trimestre del embarazo (<13 semanas), segundo (14-27) y tercero (>28 semanas). Anemia gestacional: hemoglobina <11 g/dl o hematocrito <33% en el primer o tercer trimestre; o hemoglobina <10,5 g/dl o hematocrito <32% en el segundo [24]. Se consideró hipertensión arterial crónica, diabe- tes mellitus e hipotiroidismo, si estaban diag- nosticadas antes del embarazo. Se consideró diabetes gestacional, al tener test de tolerancia de la glicemia anormal. Angustia o nerviosismo y fatiga o cansancio con el embarazo, se defi- nieron según la opinión de la gestante.
La clínica donde se realizó el estudio atendió 9600 consultas prenatales en el año 2018. Con Epidat-3.01 se calculó el tamaño de muestra de 621 embarazadas, heterogeneidad 50%, nivel de confianza 95% y margen de error 5%. Se agregaron 90 (15,0%) mujeres, para com- pensar formularios incorrectamente diligen- ciados. Se tuvieron disponibles 711 formatos, para aplicar diariamente hasta agotarlos. Las respuestas fueron ingresadas a una base de datos Microsoft Excel©. El análisis estadís- tico fue realizado con EPI-INFO-7 (Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, EE. UU.). Los datos continuos se expresan en medias con desviación estándar y los ca- tegóricos en absolutos, porcentajes e IC95%. Las diferencias fueron evaluadas con Anova
o Mann-Whitney, según la homogeneidad de la varianza para los cuantitativos y con Chi2 o Test de Fisher para los cualitativos. Se estimó la fiabilidad de la escala. Se adelantó regresión logística bivariada no ajustada: EPP (variable dependiente) con los aspectos biomédicos, las características sociodemográficas y las opiniones de vida personal y familiar (varia- bles independientes). Las asociaciones se presentan en OR e IC95%. Además, se estimó el coeficiente de correlación de Spearman entre la puntuación de la escala PSS-10 y las variables cuantitativas, pudiendo ser positiva o negativa y estadísticamente significativa o no. La fuerza de correlación se interpretó según la guía para el uso del coeficiente de correlación: 0,00 [Ninguna], 0,01-0,29 [Despreciable], 0,30-
0,49 [Baja], 0,50-0,69 [Moderada], 0,70-0,89
[Alta], 0,90-0,99 [Muy alta], 1,00 [Perfecta] [25]. P<0,05 fue considerada significativa.
Para aplicar 711 formularios, se invitaron 730 gestantes, ya que 19 (2,6%) no desearon parti- cipar. Estuvieron incompletos 28 (3,9%) formu- larios, Se realizó el estudio en 683 gestantes, 9,9% por encima del tamaño de la muestra.
EPP fue encontrado en 350 (51,2%) [IC95%:47,5-54,9] gestantes y estuvo ausente en 333 (48,8%) [IC95%:45,0-52,5]. Las carac-
terísticas sociodemográficas y la comparación de los dos grupos se encuentran en la tabla 1.
Entre las gestantes con EPP se observó menor edad y menor nivel educativo o laboral. Además, había más mujeres amas de hogar, con angustia y fatiga con el embarazo, con problemas económicos y conflictos de pareja, así como mayor consumo de bebidas ener- gizantes, gaseosas e infusiones para dormir (p<0,05). Se identificó EPP en el 40% de las gestantes en primer trimestre, 47% en el segun- do y 52% en el tercero. Igualmente se encontró en el 66% de las que informaron conflictos de pareja y en el 71% de las que tenían problemas económicos.
El 12% consideraron que a menudo o muy a menudo, se sentían nerviosas o estresadas. En igual magnitud, el 17% se enfadaban porque las cosas se les salían de control. La mitad informó que nunca o casi nunca se sentían al control de todo o sentían que no podían afron- tar las cosas que tenían que hacer. La tabla 2 presenta las respuestas a los ítems de la escala PSS-10. Se estimó α de Cronbach de 0,708.
El consumo de bebidas energizantes y los problemas económicos, se asociaron siete y tres veces con EPP, respectivamente. También se asociaron: angustia o nerviosismo con el embarazo, conflictos de pareja, consumo de bebidas gaseosas, fatiga o cansancio con el embarazo y uso de infusión para dormir (p<0,05). Trabajar como empleada/dependien- te o tener ocupación profesional, con respecto a ser ama de casa, se asociaron con reducción del 50% en la posibilidad de EPP (p<0,05). Tabla 3.
No se observó asociación entre EPP con el estado nutricional, el trimestre de gestación, anemia, diabetes gestacional, hipertensión arterial, hipotiroidismo o diabetes mellitus. Tam- poco con el antecedente de aborto o cesárea, consumo de bebidas alcohólicas o ser creyen- te/practicante de alguna religión (p>0,05).
Fue negativo y significativo el coeficiente de correlación entre la escala PSS-10 con la edad y los años de estudio, rho:-0,114 [IC95%:-0,213 a -0,0660], p=0,0002 y rho:-0,126 [IC95%:-
0,199 a -0,511], p=0,0010, respectivamente. No obstante, la fuerza de asociación es desprecia- ble. No se observó correlación entre la escala y la edad gestacional, el número de embarazos, abortos, partos o cesáreas (p>0,05).
La Organización Mundial de la Salud sugiere que las embarazadas deben recibir atención de calidad. La valoración prenatal ofrece oportunidad para explorar integralmente a las gestantes, a la familia y a la comunidad [26].
Tabla 1. Características sociodemográficas
Todas 683 (100%) | Con estrés percibido 350 (51,2%) | Sin estrés percibido 333 (48,8%) | p | |
X ± SD | ||||
Edad, años | 28,3 ± 6,3 | 27,4 ± 6,5 | 29,2 ± 5,9 | <0,002§ |
Años de estudio | 12,5 ± 2,7 | 12,2 ± 2,5 | 12,8 ± 2,8 | <0,001 § |
Edad gestacional | 31,5 ± 6,9 | 31,9 ± 6,5 | 31,1 ± 7,2 | 0,10 * |
IMC | 28,2 ± 4,6 | 28,0 ± 4,6 | 28,3 ± 4,6 | 0,42 * |
Peso antes embarazo | 63,5 ± 12,1 | 63,1 ± 12,2 | 64,0 ± 12,0 | 0,32 * |
n (%) [IC95%] | ||||
Primera gestación | 223 (32,6) [29,2-36,2] | 111 (31,7) [20,1-36,8] | 112 (33,6) [28,7-38,8] | 0,59 ** |
Un parto previo | 285 (41,7) [38,1-45,5] | 147(42,0) [36,4-47,2] | 138 (41,4) [36,3-46,8] | 0,88 ** |
Dos o más partos previos | 142 (20,8) [16,4-24,8] | 71 (21,3) [16,4-24,8] | 71 (21,3) [17,3-26,0] | 0,73 ** |
Uno o más abortos | 159 (23,3) [20,3-26,6] | 87 (24,9) [20,6-29,6] | 72 (21,6) [17,5-26,3] | 0,31 ** |
Estado nutricional en infrapeso | 128 (18,74) [15,9-21,9] | 67 (19,1) [15,2-23,7] | 61 (18,3) [14,5-22,8] | 0,86 ** |
Estado nutricional normal | 208 (30,4) [27,0-34,0] | 112 (32,0) [27,2-37,2] | 96 (28,8) [24,2-33,9] | 0,36 ** |
En sobrepeso | 121 (17,7) [14,9-20,8] | 63 (18,0) [14,2-22,5] | 58 (17,4) [13,7-21,8] | 0,02 ** |
En obesidad | 226 (33,0) [29,5-36,7] | 108 (30,8) [26,1-36,0] | 118 (35,4) [30,4-40,7] | 0,20 ** |
Primer trimestre | 15 (2,2) [1,3-3,5] | 6 (1,7) [0,7-3,6] | 9 (2,7) [1,4-5,0] | 0,26 ‡ |
Segundo trimestre | 157 (22,9) [19,9-26,2] | 75 (21,4) [17,4-26,0] | 82 (26,6) [20,3-29,5] | 0,32 ** |
Tercer trimestre | 511 (74,8) [71,4-77,9] | 269 (76,8) [72,1-80,9] | 242 (72,6) [67,5-77,1] | 0,20 ** |
Ocupación como profesional | 135 (19,8) [16,9-22,9] | 57 (16,2) [12,7-20,5] | 78 (23,4) [19,1-28,2] | 0,01 ** |
Ama de hogar | 344 (50,3) [46,6-54,1] | 201 (57,4) [52,2-62,5] | 143 (42,9) [37,7-48,3] | <0,001** |
Empleada/dependiente | 155 (22,6) [19,7-25,9] | 64 (18,2) [14,5-22,6] | 91 (27,3) [22,8-32,3] | 0,004 ** |
Hipertensión arterial crónica | 31 (4,5) [3,2-6,3] | 15 (4,2) [2,6-6,9] | 16 (4,8) [2,9-7,6] | 0,74 ** |
Diabetes mellitus | 18 (2,6) [1,6-4,1] | 13 (3,7) [2,1-6,2] | 5 (1,5) [0,6-3,4] | 0,07 ‡ |
Hipotiroidismo | 24 (3,5) [2,3-5,1] | 10 (2,8) [1,5-5,1] | 14 (4,2) [2,5-6,9] | 0,33 ** |
Anemia gestacional | 121 (17,7) [15,0-20,7] | 61 (17,4) [13,6-21,9] | 60 (18,0) [14,2-22,5] | 0,84 ** |
Diabetes gestacional | 50 (7,3) [5,6-9,5] | 28 (5,0) [5,5-11,3] | 22 (6,6) [4,4-9,8] | 0,48 ** |
Con problemas económicos | 153 (22,4) [19,4-25,6] | 109 (31,1) [26,5-36,1] | 44 (13,2) [9,9-17,2] | <0,001 ** |
Con conflictos de pareja | 56 (8,2) [6,3-10,5] | 37 (10,5) [7,7-14,2] | 19 (5,71) [3,6-8,7] | 0,02 ** |
Consumo semanal alcohol | 23 (3,4) [2,2-5,0] | 14 (4,0) [2,3-6,8] | 9 (2,7) [1,4-5,6] | 0,34 ** |
Consumo de bebidas gaseosas | 337 (49,3) [45,6-53,0] | 187 (53,4) [48,1-58,5] | 150 (45,0) [39,7-50,4] | 0,02 ** |
Consumo de bebidas energizantes | 17 (2,4) [1,5-3,9] | 15 (4,2) [2,6-6,9] | 2 (0,6) [0,1-2,1] | <0,001 ** |
Consumo de bebidas con te | 93 (13,6) [11,2-16,3] | 46 (13,1) [10,0-17,0 | 47 (14,1) [10,7-18,2] | 0,71 ** |
Uso de infusiones para dormir | 30 (4,4) [3,0-6,3] | 22 (6,3) [4,1-9,5] | 8(2,4) [1,2-4,6] | 0,01 ** |
Angustia o nerviosismo con embarazo | 142 (20,7) [17,9-23,9] | 92 (26,2) [21,9-31,1] | 50 (15,0) [11,5-19,2] | <0,001 ** |
Fatiga o cansancio con el embarazo | 446 (65,3) [61,6-68,7] | 250 (71,4) [66,4-75,9] | 196 (58,8) [53,5-64,0] | <0,001 ** |
§ Prueba U de Mann-Witney. * ANOVA. ** Chi2. ‡ Test de Fisher. Fuente: Datos propios
Los cuidados prenatales son esenciales, no solo para salvar vidas, también para mejorar la calidad e incrementar la utilización de los servicios de salud. Las experiencias positivas en el marco de la atención prenatal y el parto son las que subyacen dentro del concepto de la maternidad saludable [26,27,28]. La evaluación prenatal de calidad debe ir más allá de los as-
pectos obstétricos y las cuestiones fisiológicas o biomédicas; simultáneamente se debe pres- tar atención a situaciones culturales, sociales y psicológicas [4,9,29,30]. Ente las últimas, es importante considerar el estrés, condición más frecuente entre embarazadas que en la población general, aunque los hallazgos no son uniformes [4,5,6,10]. El estrés, la ansiedad y
Tabla 2. Estrés psicológico percibido Cuestionario de Estrés Psicológico Percibido (PSS-10)* n=683
Nunca | Casi nunca | De vez en cuando | A menudo | Muy a menudo | ||
ITEMS | n (%) [ IC 95%] | |||||
1 | ¿Con que frecuencia ha estado afectado por algo que ha ocurrido inesperadamente? | 216 (31,6) [28,2-35,2] | 190 (27,8) [24,5-31,3] | 245 (35,8) (32,6-39,5] | 23 (3,3) [2,2-5,0] | 9 (1,3) [0,6-2,4] |
2 | ¿Con que frecuencia se ha sentido incapaz de controlar las cosas importantes en su vida? | 272 (39,8) [36,2-43,5] | 238 (34,8) [31,3-38,5] | 137 (20,0) [17,2-23,2] | 32 (4,6) [3,3-6,5] | 4 (0,59) [0,2-1,5] |
3 | ¿Con que frecuencia se ha sentido nervioso o estresado? | 118 (17,2) [14,6-20,2] | 181 (26,5) [23,3-29,9] | 301 (44,0) [40,3-47,8] | 63 (9,2) [7,2-11,6] | 20 (2,9) [1,9-4,4] |
4 | ¿Con que frecuencia ha estado seguro sobre su capacidad para manejar sus problemas personales? | 197 (28,8) [25,5-32,3] | 208 (30,4) [27,1-34,0] | 123 (18,0) [15,3-21,0] | 72 (10,5) [8,4-13,0] | 83 (12,15) [9,9-14,8] |
5 | ¿Con que frecuencia ha sentido que las cosas le van bien? | 211 (30,8) [27,5-34,4] | 284 (41,5) [37,9-45,3] | 118 (17,2) [14,6-20,2] | 35 (5,1) [3,7-7,0] | 35 (5,1) [3,7-7,0] |
6 | ¿Con que frecuencia ha sentido que no puede afrontar todas las cosas que tiene que hacer? | 163 (23,8) [20,8-27,2] | 212 (31,0) [27,6-34,6] | 211 (30,8) [27,5-34,4] | 71 (10,4) [8,3-12,9] | 26 (3,8) [2,6-5,5] |
7 | ¿Con que frecuencia ha podido controlar las dificultades de su vida? | 170 (24,8) [21,7-28,2] | 289 (42,3) [38,6-46,0] | 113 (16,5) [13,9-19,5] | 53 (7,7) [5,9-10,0] | 58 (8,4) [6,6-10,8] |
8 | ¿Con que frecuencia se ha sentido al control de todo? | 103 (15,0) [12,5-17,9] | 244 (35,7) [32,2-39,3] | 172 (25,1) [22,0-28,5] | 97 (14,2) [11,7-17,0] | 67 (9,8) [7,8-12,2] |
9 | ¿Con que frecuencia ha estado enfadado porque las cosas que le han ocurrido estaban fuera de su control? | 112 (16,4) [13,8-19,3] | 192 (28,1) [24,8-31,6] | 258 (37,7) [34,2-41,4] | 85 (12,4) [10,1-15,1] | 36 (5,2) [3,8-7,2] |
10 | ¿Con que frecuencia ha sentido que las dificultades se acumulan tanto que no puede superarlas? | 217 (31,7) [28,3-35,3] | 268 (39,2) [35,6-42,9] | 141 (20,6) [17,7-23,8] | 37 (5,4) [3,9-7,3] | 20 (2,9) [1,9-4,4] |
(*) α de Cronbach: 0,708 Fuente: Datos previos
Tabla 3. Factores asociados a estrés psicológico percibido Regresión logística no ajustada. n=683
VARIABLE | Coeficiente | E.E | Estadístico Z | OR [IC 95%] | P |
Consumo bebidas energizantes | 2,0010 | 0,7562 | 2,6461 | 7,4 [1,6-32,5] | <0,001 |
Problemas económicos | 1,0881 | 0,1988 | 5,4748 | 2,9 [2,0-4,3] | <0,001 |
Uso de infusiones para dormir | 1,0011 | 0,4201 | 2,3830 | 2,7 [1,2-6,1] | 0,01 |
Angustia o nerviosismo con el embarazo | 0,7022 | 0,1956 | 3,5891 | 2,0 [1,3-2,9] | 0,001 |
Conflictos de pareja | 0,6696 | 0,2933 | 2,2828 | 1,9 [1,0-3,4] | 0,02 |
Fatiga o cansancio con el embarazo | 0,5582 | 0,1625 | 3,4351 | 1,7 [1,2-2,4] | <0,001 |
Consumo de bebidas gaseosas | 0,3362 | 0,1537 | 2,1879 | 1,3 [1,0-1,8] | 0,02 |
Empleada/dependiente | -0,6924 | 0,1964 | -3,5252 | 0,5 [0,3-0,7] | <0,001 |
Ocupación como profesional | -0,6541 | 0,2057 | -3,1792 | 0,5 [0,3-0,7] | 0,001 |
Fuente: Datos propios
la depresión, se consideran factores de riesgo para la salud física y psicológica de la mujer embarazada y del recién nacido [4,5,6,31].
EPP fue estimado en el 51,2% de las eva- luadas, cifra cercana al 56,9% observado en
mujeres con diagnóstico de amenaza de parto pretérmino, valoradas con Depression, Anxiety, Stress Scale (DASS-21) en un hospital peruano [30]. En un grupo de mujeres venezolanas infor- maron 76,3% e indicaron que el 24% tenía nivel
de estrés bajo, 50% intermedio y 26% alto [10]. Por otro lado, frecuencia entre 22,1 a 24,6%, según trimestre de gestación, fue señalada por Rondó et al., en brasileras utilizando PSS-14 [2]. Con PSS-7 en gestantes ambulatorias de Etiopía [1], encontraron 11,6% y la consideraron muy baja al comparar con estudios de Irlanda donde reportaron 75,6% [32], de Arabia Sau- dita 33,4% [33], de India 33,3% [13], de Nepal
34,2% [34], de Ghana 28,6% [14] y superior al
6% informado en Estados Unidos [35] y 5,5% en Irán [36]. Muchos factores explican las dife- rencias: distintas herramientas de evaluación, la precisión al calcular el tamaño de muestra, la percepción personal del embarazo y la mater- nidad, el apoyo familiar y social a la gestante, las condiciones socioeconómicas y educativas, la vinculación a la productividad laboral, hacer parte de comunidades urbanas, semiurbanas o rurales y las influencias culturales [1,5].
También son diferentes los resultados, al explorar el estrés según trimestre de gesta- ción [10,12]. Los eventos biopsicosociales del embarazo que se establecen tempranamente se pueden considerar más estresantes que los vivenciados en la gestación avanzada [31]. Sin embargo, Rallis et al., en un estudio longitudi- nal en australianas de bajo riesgo, utilizando DASS-21, informaron que los niveles más alto de estrés sucedían en el primero y en el último trimestre del embarazo [12]. Pantha et al., en gestantes de Nepal, usando el Cuestionario de Salud General y el Inventario Modificado de Eventos de Vida, señaló que no existía variación entre trimestres [34]. Nosotros en- contramos más presencia de EPP en el último trimestre. Eichler et al., con el Patient Health Questionnaire, observaron mayor presencia de estrés moderado/alto en el trimestre final [11].
Ya hemos señalado que en el estudio se encontró que el consumo de bebidas energi- zantes se asoció significativamente con EPP, lo cual es preocupante. En los últimos años se ha incrementado el uso de estas bebidas hipertónicas, promovidas como estimulantes
del estado de alerta, la resistencia y la energía. Contienen elevadas concentraciones de metil- xantinas (cafeína, teobromina y teofilina), tau- rina, glucuronolactona, inositol, carbohidratos, minerales y vitaminas del grupo B. Si bien se han señalado beneficios temporales, también están informados eventos negativos: estrés, síntomas depresivos, ansiedad, comportamientos agresi- vos, taquicardia e hipertensión arterial, cefaleas, caries dentales, fatiga, alteraciones del sueño, sobrepeso, diabetes, obesidad, inducción de estrés oxidativo y disminución de las defensas antioxidantes con daño en proteínas, lípidos y ácidos nucleicos [37,38]. Se ha encontrado que las bebidas energizantes provocan estrés oxida- tivo y alteraciones histológicas en hígado, riñón y cerebro de ratones recién nacidos, además de un comportamiento similar a la ansiedad [37]. Richards & Smith, señalaron que, si bien las bebidas energizantes están implicadas en resul- tados indeseables de salud mental, la mayoría de los diseños son transversales y no permiten clarificar causalidad [38]. La OMS recomienda restricción en la ingesta de altas dosis de cafeí- na en las embarazadas, para reducir el riesgo de aborto y la insuficiencia ponderal del recién nacido [26]. El 2,4% de las gestantes manifes- tó consumir bebidas energizantes, aunque se recomienda limitarlas o eliminarlas durante el embarazo y la lactancia [37].
En el estudio, mientras que las condiciones patológicas y los aspectos obstétricos no se asociaron con EPP, sí sucedió con varias si- tuaciones psicosociales, específicamente con problemas económicos, conflictos de pareja, angustia o cansancio con el embarazo, la ac- tividad diaria y la escolaridad. Varios autores han señalado la existencia de relación entre síntomas o estresores (náuseas, insatisfacción con los cambios corporales o la apariencia, dificultades económicas y ataques de nervios), con la salud mental de las gestantes o puérpe- ras [4,39]. En un estudio en gestantes adoles- centes, usando PSS-14 y el Cuestionario de Sucesos Vitales, encontraron que las solteras y las que vivían en casa de familiares, tenían
más presencia de estrés [40]. Se ha indicado posible asociación entre violencia económica y EPP [41]. En un estudio en gestantes espa- ñolas, el principal predictor para alteraciones psicológicas fue la relación de pareja [42].
La educación es un factor asociado al mejor manejo del estrés [1,43,44]. La suficiente in- formación permitiría concientizar a la gestante y su entorno, sobre aspectos psicobiológicos del embarazo. Disponer de adecuados conoci- mientos: refuerza los beneficios de la consulta precoz, el control prenatal rutinario, favorece la identificación de los signos de alarma, reduce la angustia y la preocupación con el embarazo y contribuye con la creación de herramientas de afrontamiento que faciliten la toma de deci- siones y los estilos de vida [2,4]. En pacientes con diabetes gestacional, estudiando relación entre PSS-10 y aumento del peso gestacional, encontraron que las que tenían educación superior, tuvieron menor probabilidad de EPP [45]. En gestantes colombianas se observó asociación entre conocimiento, prácticas de autocuidado y asistencia temprana a control prenatal, con el bienestar y la prevención de situaciones adversas durante la gestación [27]. En este estudio encontramos que desempeñar actividad profesional, se asoció a reducción a la mitad en la posibilidad de presentar EPP.
Entre más joven es el individuo, es posible esperar mayor vulnerabilidad y estrés [1,3,29]. La carencia de suficientes herramientas de afrontamiento, limitan el abordaje eficiente de las demandas internas o externas [4,5,31]. Aunque identificamos despreciable fuerza de correlación negativa, entre la edad y el EPP, Fernández et al., señalan que en mujeres con edad inferior a 25 años, es mayor el índice de depresión, ansiedad, estrés e insatisfacción marital [1,28].
En la presente exploración no se encontró asociación entre la historia obstétrica y el EPP, no obstante, otros autores lo han aseverado, incluyendo el antecedente de aborto [1,2,30]. A su vez, las gestantes con 2-5 embarazos pre-
vios tienen nueve veces más probabilidad de estrés, que otras con seis o más embarazos [1].
El estudio posee como fortaleza visibilizar en población de un país latinoamericano, el EPP en gestantes de bajo riesgo. Entrega como dato relevante que algunos eventos psicosociales, se asocian con EPP, a diferencia de situaciones obstétricas o médicas. Aporta elementos para que aspectos psicológicos, sociales y culturales se involucren al control prenatal. Busca sen- sibilizar sobre la importancia de valorar a las gestantes, más allá de lo biológico. Además, se identificó consistencia interna de la escala PSS- 10, igual de adecuada a la señalada en gestan- tes brasileñas, canadienses y árabes [15,16,21].
Se cuentan entre las limitaciones, las pro- pias de los estudios transversales, establece asociaciones estadísticas y no causalidades. Los hallazgos son propios del grupo estudiado y se deben cuidar las extrapolaciones. No se consideraron otros aspectos psicosociales que pueden ser estresores: el estado civil, la estabilidad conyugal, el nivel socioeconómico, el acompañamiento familiar, el nivel de auto- estima, la capacidad de resiliencia, la intencio- nalidad del embarazo, la etnia/raza, el apoyo conyugal y el estado de felicidad o satisfacción con el embarazo [4,5,9,29,31,40,41]. Otros aspectos biomédicos se dejaron de lado: ante- cedente personal o familiar de nacimientos con malformaciones congénitas, abortos repetidos, amenaza de parto pretérmino y casos cercanos de desenlaces reproductivos adversos como la morbilidad materna severa e incluso la mortali- dad materna [2,9,30]. Es difícil la comparación entre estudios, por la heterogeneidad en cuanto a poblaciones como a herramientas utilizadas [1,2,5]. Se ameritan más estudios que exploren mayor número de estresores y otros diseños metodológicos para evaluar en gestantes colombianas el impacto que genera el estrés.
Se recomienda a las autoridades guberna- mentales y no gubernamentales que dictan po- líticas de atención prenatal: ampliar las guías y protocolos agregando a la experticia obstétri-
ca, la identificación, prevención e intervención del estrés. Además, sumar al equipo asisten- cial, profesionales expertos en aspectos psi- cosociales. También integrar suficientemente el sistema de salud, para retirar las barreras organizacionales que dificultan el acceso a la atención psicológica de las gestantes. La pobre salud mental prenatal, puede persistir por años e impactar el bienestar futuro de la madre, el niño y la familia [4,5,17,30,31]. Las instituciones de educación en salud deben ampliar los contenidos formativos, en tal forma que las gestantes sean miradas más allá de lo puramente biomédico y el interés no sea solo prevenir la morbilidad y la mortalidad. Deben propender por la formación de un re- curso humano que responda ante la compleja naturaleza de las cuestiones psicoafectivas y sociales que rodean al embarazo, con miras a prestar atención centrada en la persona y
en el bienestar, en conformidad a un enfoque basado en derechos humanos [6,26,29]. Los obstetras y perinatólogos, en la valoración clínica prenatal, deben crear espacios para el diálogo sobre aspectos psicológicos, familia- res, culturales y sociales [1,5]. No intervenir la gestante con falencia en sus mecanismos adaptativos, facilita el estrés con efectos ne- gativos en el bienestar y en el sistema inmune, promoción de cuadros patológicos, deterioro emocional y afectación en la capacidad de autocuidado (29,31). Se concluye que, al identificar en un grupo de gestantes de control prenatal una importante frecuencia de EPP y varios los factores psicosociales asociados, es necesario explorar rutinariamente su pre- sencia en la atención prenatal e intervenir las mujeres afectadas, ya que se han señalados los efectos negativos que el EPP tendría en la salud perinatal y en el bienestar materno.
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