Trascendencia de la dimensión positivista a la
interpretativa en la investigación contable
Rubiela Jiménez Aguirre - Edgar Gracia López - Rafael Franco Ruiz.
Colombia
Resumen El trabajo tiene por objetivo establecer
las características asumidas por la
investigación contable, en su tránsito
desde lo considerado como investiga-
ción contable positivista a una que asu-
me la interpretación como base de su
contenido. Es posible reconocer que el
tránsito de la investigación contable de
corte positivista hacia la interpretativa,
se encuentra asociado fuertemente con
el tipo de agenda que se promociona
desde los círculos del poder. |
From This paper aims at establishing the
characteristics of accounting research,
in its road from what it is considered as
positivist accounting research to a re-
search which uses interpretation as the
basis of its content. It is possible to see
that this change from a sort of positivist
accounting research to an interpretative
one is deeply associated with the type of
agenda which is favored from the circles
of power. |
Introducción
Es posible reconocer que el tránsito de la investigación contable de corte positivista hacia la interpretativa, se encuentra asociad fuertemente con el tipo de agenda que se promociona desde los círculos del poder. Tradicionalmente, la investigación contable ha intentado respuestas desde un tipo de pensamiento adscrito a la aceptación generalizada demarcando los problemas por resolver, donde—desde luego, interrogantes acerca de la moral, la equidad, la justicia económica, el impacto socio-político de las normativas contables, “no están incluidos en la agenda y, por lo tanto, no son importantes"
Parte de las respuestas de la escuela crítico-interpretativa obedece, preci-
samente, a la necesidad de construir planteamientos contables diferentes
a los propuestos por las agendas de quienes representan las principales
agencias de control del capital financiero. Desde luego, los desarrollos
crítico-interpretativos de la contabilidad, igual, se colocan en entredicho en
tanto como se afirma, sus posturas se establecen menos en relación con los
problemas estrictamente contables y más en función de la crítica orientada
a las instituciones y al entorno en donde se desenvuelve la contabilidad.
Es importante advertir sobre la evolución de la investigación contable, que
ésta, no ha estado alejada de la pretensión—siempre presente, al menos,
desde mediados del siglo XX, de querer formular teoría general de la con-
tabilidad. Podría afirmarse, que desde comienzos y mediados del siglo XX,
una de las preocupaciones centrales giró en torno a la formulación de la
construcción de teoría general científicamente soportada. De tal manera,
las preocupaciones sobre el método, en la investigación contable en re-
lación con la construcción de teoría(s), es parte de una misma dimensión
de discusión.
También es importante afirmar de la investigación contable que ésta, en
general, ha estado permeada e influenciada constantemente por la evolución
de las dinámicas, formulaciones metodológicas y contradicciones propias de
las consideradas ciencias sociales. De múltiples maneras, los desarrollos
de la investigación contable han estado influenciados por el conflicto de
paradigmas y las precisiones sobre lo denominado como método científico.
Respecto de la investigación contable—se puede adelantar que, en general,
ha recibido la influencia del positivismo que, como señalan, es la ideología
más exitosa del siglo XX1.
El positivismo en la contabilidad
En los diversos campos del conocimiento, la polémica Objetivo-subjetivo, ha sido incesante. Según Abbagnano, el término objetivo ha sido apli- cado a lo válido para todos, lo externo con respecto a la conciencia o al pensamiento, lo independiente del sujeto, lo conforme a ciertos métodos o reglas (2004, p.773). Lo subjetivo se relaciona con lo que pertenece al sujeto; en otros términos, como perteneciente al yo o “una representación de la relación de las cosas con nosotros, o sea, una relación con el que las piensa” (2004, p. 993).
Desde luego, la investigación contable no ha escapado de esta polémica
incesante y, en general, ha tratado de precisar los rasgos del mundo in-
trínseco y los rasgos del mundo relativo al observador2. En el caso de la
contabilidad, todo parece indicar que los desarrollos han realizado mayores
esfuerzos desde la postura del mundo relativo del observador, que desde
la identificación de lo real, encerrado en la realidad del mundo intrínseco
contable. Si bien—se expone con fuerza el desarrollo de la denominada
investigación positiva en la contabilidad representada especialmente por
Watts y Zimmerman (1986), en la práctica, se asocia más a la identificación
del cúmulo de variables representativas del comportamiento de los merca-
dos que a desarrollos disciplinares propios de este campo de conocimiento,
dejando de lado, precisamente, la identificación real del hecho real contable,
en relación con el hecho económico-social y con la cultura.
Para una comprensión del positivismo en contabilidad, es pertinente carac-
terizar esta corriente de pensamiento que ha influido considerablemente en
la investigación de las ciencias sociales y, por supuesto, en la contabilidad.
El positivismo—en general, se caracteriza por el uso de reglas de aplicación
que se manifiestan en la forma metodológica de abordar la investigación:
la regla del fenomenalismo, del nominalismo, de anulación de los juicios
de valor, la regla de Unidad de la ciencia.
En breve síntesis sobre lo acotado por estas reglas, se puede decir: del
fenomenalismo, en tanto se separa el fenómeno y la esencia. En contabi-
lidad, esta postura se manifiesta, especialmente, cuando se desconocen,
por ejemplo, las relaciones sociales fundamentales relacionadas con quien
produce la riqueza-social, o cuando se solapan explicaciones y aprehen-
siones sobre referencias acerca de los conceptos de: transacción, hechos, carácter financiero, resultados obtenidos3. En otras palabras, se toman
como dados, asuntos que no han recibido una auscultación profunda. En
este sentido, el positivismo se queda con los fenómenos que se revelan
directamente al conocimiento, registrando solamente lo que se manifiesta
efectivamente a la experiencia (Kolakowski, 1981, p.15), desconociendo la
esencia de los mismos. De tal manera, se termina por tergiversar o desco-
nocer las reales causas que están detrás de la manifestación fenoménica.
Por ejemplo, cuando se asume que la causa de la inflación se debe a una
permanente subida de los precios de los productos cuando en verdad, esta
es el resultado de la inequitativa distribución de la riqueza.
La regla del nominalismo, no es ni más ni menos, que la interdicción de
suponer que un saber cualquiera, formulado en términos generales, tenga
en realidad otros equivalentes que los objetos concretos singulares (Ko-
lakowski, 1981, p.17), posición que es muy recurrente en la investigación
contable. En la siguiente argumentación de Mattessich, justamente, se
puede observar esta posible posición nominalista, cuando afirma:
Los conceptos de ingreso y riqueza se aplican tanto a la Microeconomía
como a la Macroeconomía. Este hecho invita a formular un concepto
de ingreso que, por un lado, exprese su aplicabilidad universal y, por
otro, deje un margen .
Como se observa en esta argumentación, Mattessich describe una
situación general ideal que luego trata de aplicar a una experiencia
concreta, que—por supuesto, es diferente al universal establecido.
En otras palabras, por vía de la generalidad4 de los hechos, asume
una posición positivista-nominalista al intentar reducir la complejidad
del mundo de la experiencia.
De los juicios de valor, concretamente, el positivismo le niega cualquier
valor cognoscitivo. De tal manera, los asuntos referidos al comportamiento
y conducta humana, no entran en su naturaleza aséptica o si los trata los
asume en su calidad de finalidades a condición de conferirles un sentido
tecnológico. En la contabilidad, esta postura se reconoce cuando se enun-
cian postulados que se utilizan para afirmar o rechazar un modelo como sis-
tema contable, siendo el caso—por ejemplo, el postulado de cuantificación enunciado porMoonitz: “los datos cuantitativos resultan útiles para efectuar
elecciones económicas racionales, v.gr: para elegir entre alternativas, de
modo tal, que las acciones se encuentren correctamente relacionadas con
sus consecuencias” (Mattessich,ob.cit. p.45). Desde luego, este postulado
(en el esquema de Moonitz) desconoce o no tiene en cuenta que la elección
de alternativas, lo cualitativo igual se hace presente con referencia a agen-
tes económicos que no pueden dejar de lado la presencia de decisiones
valorativas.
En el positivismo, la unidad fundamental del método de la ciencia, es central
y de suma importancia. En general, se trata de la certeza que los modos
de adquisición de un saber válido son fundamentalmente los mismos. De
tal manera, las descripciones y explicaciones son extensivas a todos los
fenómenos por igual (naturales y sociales) en tanto se adscriban en su
modo de indagación al método hipotético-deductivo. En contabilidad—pre-
cisamente, los mejores desarrollos se han orientado desde la aplicación
de lo hipotético-deductivo como metodología que supuestamente asegura
el límite de la observación.
La denominada teoría moderna de la medición contable, es un buen ejem-
plo para comprender la pretendida unicidad de la ciencia que transporta
conceptos de la física hacia este campo de conocimiento. El principio de
conservación es uno de estos conceptos. Este se enuncia diciendo que:
Cuando desaparece una cantidad de una forma de energía, aparece
una cantidad equivalente en otras formas de energía” (Requena,
1986, p. 25), que para el caso de la contabilidad, se interpreta como
la conservación del valor (medido antes y después), que lleva implícita
la condición de que la magnitud en que se expresan ambas medidas
sea comparable, lo que tiene una significación de homogeneidad a
cumplir por la ley (Requena, 1986, p. 27).
El conocimiento previo de las reglas que caracterizan el positivismo, son
útiles para comprender los estadios evolutivos de la investigación contable,
en los sentidos epistémicos ontológicos, objetivos y subjetivos. En especial,
para develar el tránsito desde las versiones positivistas contables hacia
otras que asumen el camino de la hermenéutica, la crítica y la interpreta-
ción, donde se destaca en primacía una concepción de ciencia adscrita a
los objetos intuibles (racionalismo idealista, hermenéutica, teoría crítica de
Frankfurt), vivibles o experienciales (empirismo-idealista, etnometodología,
investigación cualitativa). Posiblemente, este tránsito en la investigación
contable conlleve— el cambio de sentido, de la postura de los objetos
observables y calculables, yendo hacia lo intuible, vivible y experiencial.
Es pertinente advertir, que la contabilidad es tardía en su adscripción al
trabajo académico como resultado de aplicaciones derivadas desde los cánones de la ciencia. Sin embargo, no por ello, dejan de ser importantes
sus realizaciones principalmente esbozadas por R. Mattessich y M. García.
Estas realizaciones pueden comprenderse mejor, si se atiende a los requi-
sitos planteados por el mundo de lo científico, especialmente, el asumido
por la contabilidad en los trabajos académicos que irrumpen a mediados
del siglo XX.
Estos requisitos—en resumen, pueden sintetizarse en los siguientes as-
pectos: 1) una concepción de ciencia de los objetos observables. En este
aspecto, se asume una posición en contra de la antigua metafísica pues se
parte de considerar que los enunciados de ésta “son carentes de sentido
porque no son contrastables, es decir, no son contenidos de hecho. Algo,
es considerado “real,” por el hecho de que está integrado en el edificio de
la experiencia” (Neurab, 1995, p. 6). 2) una concepción de mundo que se
caracteriza mediante la aplicación de un método determinado, a saber,
el análisis lógico. En este aspecto, cada concepto debe dejarse indicar
mediante la reducción gradual a otros conceptos, es decir, hasta aquellos
conceptos del último nivel que se refiere a lo dado (Neurab, ob.cit.p.7). Los
objetos observables y el análisis lógico constituirían elementos centrales
en lo denominado como empírico-realista.
Es posible señalar que esta concepción de ciencia adherida al paradigma de lo observable, imbuido del método centrado en el análisis lógico,
acompañaría los inicios de la pretendida fundamentación científica en la
contabilidad. En este sentido, las tesis fundamentales que guiarían el trabajo
académico en la investigación contable, se soportarían en una especial
forma de construcción teórica que consideró: a) el objeto del conocimiento
como independiente del sujeto del conocimiento y b) el conocimiento del
objeto como no diferente del objeto. Desde el análisis lógico, se tomaría
a la axiomatización como base de la organización de los conocimientos
contables y guía fundamental para la construcción del edificio teórico. Desde
este ángulo, sería Mattessich el iniciador de la contabilidad axiomática, en
1957. Al respecto E. Ballesteros dirá:
Mattessich propuso como programa <<reducir todos los sistemas
existentes e imaginables de contabilidad a un común denominador>>
(…), pero está claro que cada rama particular de la contabilidad
necesitará de su axiomática propia y, naturalmente, Mattessich
tenía plena conciencia de ello, pues así lo viene a decir a renglón
seguido. Una vez elegidos los axiomas y las definiciones básicas,
cada contabilidad se construye como una sucesión de teoremas
matemáticamente demostrables (Ballesteros, 1979, p. 29)
Varias consecuencias pueden inferirse de esta primera etapa de la investi-
gación contable, orientada desde los cánones de la ciencia. Por una parte,
el uso del análisis lógico como método que exigió de la axiomatización como base para el ordenamiento de las construcciones. Este especial enfoque,
correspondería a una marcada tendencia fundamentalista (deductiva) que,
en la práctica, exige la presencia de verdades indudables como entrada
básica a la construcción del edificio teórico. De allí, que Mattessich formule
los supuestos básicos de la contabilidad (Mattessich,2002, p.18), tomando
como verdad evidente—por ejemplo, el Ingreso como el flujo de bienes
y servicios referidos a la transferencia de objetos económicos (supuesto
básico 10) de una entidad, subentidad, agente, etc., a otra (ob.cit. p. 19). 5
Por otra parte, la percepción de lo real adherido a lo observable y tangible.
De alguna manera, esta posición se identificó con una versión objetivista de
la ciencia que separa drásticamente el sujeto del objeto. Así visto, el objeto
resultó perceptible y dispuesto a través de una materialidad presencial.
En este sentido, predominó en la investigación contable una especie de
ontologismo al asumirse una visión o intuición inmediata o directa de los
entes (lo real inmediato) que, en el fondo, se puede especificar como un
empirismo-idealista. En términos epistémicos—con relación a las formas
de construcción teóricas basadas en fundamentos—en la práctica, derivó
en desarrollos de la investigación contable identificada con una especie
de subjetivismo lógico6 que como actitud gnoseológica niega distinciones
objetivas entre lo verdadero y lo falso. Los axiomas de la construcción como
verdades evidentes, en últimas, objetaron el cuestionamiento, no dejando
espacios para comprender realidades más amplias en el campo de la ciencia
contable. En resumen, una especie de cientificismo contable marcado en
la primera etapa de desarrollo de la investigación contable, que con base
en los cánones de la ciencia (natural) pretendió la búsqueda de la teoría
general a manera de las leyes generales de la contabilidad.
La emergencia del Normativismo
Como se afirmó al comienzo de este artículo, la polémica objetivo- sub-
jetivo, ha sido incesante, denotando manifestaciones que se expresan en
corrientes de pensamiento. Por supuesto, la ciencia, las construcciones
científicas y las metodologías de investigación empleadas, no escapan de
la necesidad de explicar las posturas frente a lo objetivo y lo subjetivo. De
facto, concomitante con el desarrollo de las posturas positivistas apoyadas
en la supuesta neutralidad valorativa y en el objetivismo, se desarrollaron
otras posturas asociadas con las denominadas ciencias del espíritu que—
desde luego, se constituyen desde un concepto de verdad diferente al
planteado por el realismo positivista.
La contabilidad en su demarcación, por supuesto, igual resultó influida de
las discusiones sobre la verdad de la ciencia. En materia de investigación—
desde luego, los instrumentales metodológicos empleados entraron a formar
parte de esta discusión. La ciencia positiva centró gran parte de sus esfuer-
zos en el sentido de las descripciones [proposiciones] del objeto—que para
ser verdaderas ,deben tener correspondencia con el mundo real [verdad
por correspondencia]. Desde este ángulo, se incrementó sustancialmente
el uso de instrumentales metodológicos en la investigación, basados en
la formalización. Cañibano, igualmente, ubica el comienzo de los años
60 como inicio de la etapa del programa de investigación formalizado. El
objetivo de este programa Formalizado se dirige a:
La reducción de las proposiciones a cálculos lógicos o matemáticos,
para, en virtud de las reglas de inferencia, llegar a unos resultados
capaces de ser interpretados semánticamente, y cuyo contraste con
la realidad irá elevando, de día en día, su potencialidad explicativa y
predictiva (Cañibano, 1979, p. 17).
Desde luego, cuando se habla de contabilidad, igual, se está afirmando la
presencia de múltiples aristas en la construcción de este conocimiento y
su aplicación. Colocada en contexto, la contabilidad no sólo tiene que ver
con las formalizaciones (a la manera de una ciencia pura) sino, también
con contextos pragmáticos de actuación. La determinación de objetivos
organizacionales en la creación, distribución y consumo de riqueza y los
medios para lograrlo, resultan influyentes en la demarcación y sentido de
verdad que asume la contabilidad. El exclusivo uso del método7lógico en
la investigación, entonces, se muestra limitado, de cara a la comprensión
de objetivos y dinámicas organizacionales: de allí, la emergencia de la
investigación normativa apoyada en la ética, el bienestar de individuos y
colectividades, de la organización misma, el comportamiento de los sujetos
sociales.
La evidente necesidad de reconocer la presencia de los juicios de valor
registra en la ciencia, la presencia de instrumentales diferentes a los estric-
tamente cognoscitivos. Relegar la interpretación teleológica como lo afirma
el profesor Tua, es no sólo peligroso sino inconveniente, pues puede llevar a
confusiones como, por ejemplo, intentar aplicar instrumentos cognoscitivos donde el objeto material exige teorías normativas (Tua, 1983,p. 389). En
otras palabras, se deben efectuar reconocimientos de los juicios valorativos
como condición de una ciencia normativa. En el caso de la contabilidad,
reconocer los estudios normativos que contienen enunciados “valorativos
que muestran los objetivos a conseguir a través del sistema contable, estos
enunciados se combinan con otros de tipo explicativo o descriptivo, por me-
dio de las reglas sintácticas adecuadas produciendo, como consecuencia,
enunciados prescriptivos” (Lara, 1990, p. 7)
En general, los estudios normativos parten de la exploración de fines y
principios para la consecución de objetivos particulares, y que, al estar
apalancados en el método deductivo, de alguna manera, sintetizan el tomar
en primer lugar algo conocido para llegar a deducciones de lo desconocido.
Esta forma metodológica se denomina de tipo extractivo, pues, de lo uni-
versal, extrae conclusiones de lo particular, de tal manera, la elaboración
de las teorías se construyen en base a una investigación a priori. Para la
búsqueda de la verdad se establecen los juicios de valor en la determinación
de los postulados básicos contables o hipótesis instrumentales (premisas
normativas), que constituyen el soporte básico contable: “es por consiguien-
te, eminentemente prescriptiva, con ausencia de los principios de conta-
bilidad generalmente aceptados (PCGA)”. (Cuadrado Y Valmayor,1999,p.
108).En esta metodología semántica- deductiva, no existe una coincidencia
en las reglas a aplicar, sino tan sólo unas directrices generales derivadas
del camino lógico del propio sistema, también es posible ubicar en esta
línea de trabajo el enfoque ético, el sociológico y la conducta en la vía de
construcción de teoría contable, que deriva en lo que hoy día conocemos
como normativismo sociológico y que se presenta, fundamentalmente, en
la corriente anglosajona, de la siguiente manera.
En la corriente anglosajona, esta metodología se desarrolla bajo dos direc-
ciones: a) la perspectiva interpretativa o contabilidad organizativa y, b) la
perspectiva crítico radical que se le conoce como contabilidad marxista, cuya
base filosófica se encuentra en la escuela de Frankfurt, específicamente en el
pensamiento de Habermas y Marcuse. En las dos posturas se reconoce que
la contabilidad no es un instrumento neutral, pero, además, enfatizan en el
conflicto y el control social. Desde esta óptica, consideran a la investigación
contable como un instrumento para la crítica social, donde el interés social,
económico y político son cuestiones inseparables. Ambas corrientes se
caracterizan por su postura opuesta al positivismo en cuanto la contabilidad
representa la realidad, profundizando, en que más bien la contabilidad crea
realidad; por consiguiente, la contabilidad no puede ser neutral y debe ser
responsable por las consecuencias sociales que ella genera.
En Cuadrado et. al. (1999), se identifican dentro del normativismo, la
contabilidad ética, sociológica, orientada hacia los objetivos de usuarios, pragmática y la determinación por objetivos (condicional-normativa), no
existiendo una delimitación específica entre ellas, más bien, operan de una
forma interrelacionada. Entre ellas, se encuentra en común, el tratamiento
del concepto de imagen fiel y los valores sociales, donde los valores so-
ciales constituyen los criterios que guían: La determinación de objetivos
contables, al considerar a la propia contabilidad como un instrumento válido
al servicio de los intereses de la sociedad y que los valores sociales vienen
dados de la observación del ámbito socioeconómico y este sistema deter-
mina, básicamente, los objetivos y el contenido de la información contable
(Cuadrado,ob.cit.p.114).
La línea de trabajo de la contabilidad sociológica, podría ubicarse a partir
de los años sesenta, generando otras formas de ver la contabilidad, en
una mirada interpretativa y critica y no sólo desde el positivismo de la
contabilidad para la construcción de conocimiento; con un “criterio amplio
se le denomina contabilidad socio-científica, del bien-estar, normativismo
sociológico, entre otros calificativos” (Cuadrado, ob.cit.p. 115)
Desde luego, el positivismo en la contabilidad ha ocupado un mayor espacio,
entendiendo que, como tal, se ocupa de medios y no de fines como ocurre
en la contabilidad planteada desde el normativismo sociológico. Desde el
positivismo, se da por sentado, que la contabilidad asume la neutralidad va-
lorativa. Igual, se dan por sentadas las estructuras institucionales existentes;
por lo tanto, la realidad del mundo externo se da por hecha, caracterizada
por <hechos> objetivos del mundo que se pueden descubrir, y luego definir
un conjunto apropiado de variables, y vincular por leyes generales, (Ryan,
Scapens y Theobald, 2004, p 28), en esta línea de trabajo, los desarrollos
se adhieren a la investigación empírica y a una metodología positiva de la
investigación.
Es pertinente advertir, que en los años noventa, en los Estados Unidos,
según Shields (1997) citado por Ryanet.al. (2004, p.110), las investigaciones
en contabilidad de gestión, basaron su marco teórico en la economía, los
métodos de investigación eran los de principal-agente y la economía del
costo de producción. En las investigaciones de contabilidad de gestión, en
general, se identifica que la teoría neoclásica ha sido utilizada como una
relación de referencia, no sólo para la contabilidad de gestión, sino, también,
para la investigación contable positiva y la teoría de la agencia.
Si bien, en el caso de la contabilidad, los enfoques positivos de inves-
tigación son los más aplicados en el mundo, existen, además, otros de
carácter normativo, que igual se apoyan en la síntesis y en el análisis. Por
ejemplo, el enfoque de las reglas de decisión (…) que tratan de determinar,
con razonamientos hipotéticos deductivos, las reglas de conducta óptima
para las diferentes situaciones de decisión de la empresa, constituyéndose en un enfoque altamente normativo (Álvarez, 2001, P. 47). Sin embargo,
existe la posibilidad de unidad en ambos enfoques (positivo y normativo),
integrándose, de tal manera, que como afirma Tua“exista una adecuada
incardinación, con campos específicos de aplicación en uno y otro caso,
que de ningún modo deben ser confundidos” (Tua,1983,P. 390).
Enfoques metodológicos alternativos
Metodología condicional Normativa
Como un intento por superar las contradicciones entre lo Positivo y Nor-
mativo, Richard Mattessich, propone lo que se conoce como la meto-
dología condicional-normativa que, en general, busca “una síntesis que
permita superar el actual cisma entre, por una parte, la teoría positiva
de la contabilidad de orientación radical y empírica y, la tendencia crítico
interpretativa”(Mattessich, 2003,p.105) es decir, en una clara vía de acep-
tación positiva y normativa de la contabilidad8, buscando la conciliación
entre los medios adecuados para conseguir los fines, entendida esta forma,
desde la concepción de la contabilidad como una ciencia aplicada, en la
que la determinación de los objetivos es una condición para establecer
“que medios alternativos (m1,m2,m3…) se pueden utilizar para su conse-
cución, estableciendo las hipótesis instrumentales (r1,r2,r3…) específicas,
determinando así, el modelo óptimo para esa situación y comprobando
posteriormente su eficacia” (Cuadrado,et.al., p.149).
La situación crepuscular de la teoría condicional-normativa, a medio
camino entre afirmaciones positivistas y los pronunciamientos
normativos, presenta la ventaja de aunar tanto normas como
afirmaciones sobre la relación entre medios y fines que, en principio,
están abiertas a verificación9
De acuerdo con Mattessich (1998, p.122-125), la relación medios-fines, im-
plica de alguna manera, la combinación de diversos principios que puedan
satisfacer diferentes metas de información, es decir, cuáles son los principios
que se deben elegir para una situación particular, sin confundir la relaciones
medios-fines con las relaciones causa efecto. Aclara Mattessich, que la
metodología condicional –normativa, afronta una problemática relacionada
“según el cual unos medios satisfactorios pueden relacionarse con metas
específicas”(p.122), donde los juicios de valor tienen injerencia, dado que la contabilidad siempre tendrá una serie de objetivos a llevar a cabo10, entre
los cuales, se demarcan, entre otros, no sólo objetivos de la maximización
del capital, sino, también, aquellos relacionados con la responsabilidad
social contable que entraña asuntos desde la ética, medioambientales,
sociales, entre otros aspectos.
Estructuralismo, posestructuralismo, en Contabilidad
Es evidente que el esfuerzo de unificación metodológica entre lo positivo y
lo normativo de la contabilidad, arrastra más complicaciones de las debidas,
en especial, si se considera que, de una u otra forma, las metodologías
empleadas deben dar respuesta a la pregunta de cómo se entiende y se
comprende la realidad. En estos asuntos, la emergencia de corrientes como
el estructuralismo, posestructuralismo, posmodernismo: puntualmente,
ahondan las dificultades metodológicas en la construcción de teoría contable
y sus explicaciones de la realidad. Lo que podría haberse pensado como
un terreno estable para la construcción de teoría general de la contabilidad,
a partir del uso de métodos lógicos (bien positivos o normativos) entra en
una especie de eclosión. La vía de la interpretación, asimilada desde la
hermenéutica y fundamentada en la crítica, le coloca a la investigación
contable la presencia de horizontes diametralmente diferenciados de las
lógicas positivas y normativas.
El estructuralismo es un enfoque filosófico que aborda las ciencias sociales
como sistema complejo de partes relacionadas, buscando las estructuras
que producen significado en una cultura, eliminando de ellas, los conceptos
ordenadores de la realidad y concediendo importancia fundamental al signo;
de tal manera, rompe con la unidad de los objetos, los descompone en sus
partes para conocerlos profundamente. En el estructuralismo, la realidad no
es visible en la superficie, no es esa realidad “ahí afuera” que consideraron
los investigadores tradicionales, está adentro y sus características pueden
ser descubiertas (Franco, 2013 ).
Todo parece indicar, que la puerta de entrada de la teoría contable en el
estructuralismo, la constituye la teoría de la literatura. A través del realismo
expresivo mediado por la literatura, se pretende construir representaciones
exactas de la realidad. En la nueva crítica se postula que la realidad se puede
representar de diferentes maneras sin que ninguna de ellas resulte falsa,
un avance al concepto de verdad como coherencia con que se reconoce
la construcción social de la verdad (Macintosh, 2002, P. 23-24).
La idea de investigar la contabilidad desde una perspectiva lingüística ha
estado presente en la literatura contable durante algún tiempo (Belkaoui,
1978, 1980). Varios estudios de investigación se han llevado a cabo a lo
largo de estas líneas. Thornton(1988), por ejemplo, mostró cómo la conta-
bilidad se basa en metáforas para producir significado. Arrington y Francis
(1989) utilizaron un enfoque de-construccionista (1983) para el influyente
artículo de Jensen sobre la teoría de la agencia. Derivado de allí, Arrington
y Francis (1993) abogaron por la investigación de los informes contables
desde sus cualidades narrativas.
Amernic (1977), también mostró el poder de la deconstrucción para iluminar
las estratagemas del texto en su relación con la investigación contable. A
su vez, Moore (1991, 1992) sostuvo que la teoría literaria debería ser útil
en la comprensión de la contabilidad como una práctica social. En esta
misma línea, Cooper y Puxty(1994) presentan una lectura semiótica de un
importante texto de contabilidad del Reino Unido (1974) sobre el análisis
estructuralista lingüístico de Barthes.
Los autores mencionados por Macintosh (2002) y los siguientes, sin duda,
colocaron en el escenario de la contabilidad la presencia de nuevos atributos
metodológicos para explicar sus alcances y usos, en especial, significando
la importancia del lenguaje. Cooper (1995), por ejemplo, mostró cómo el
lenguaje juega un papel central en la construcción del significado de la con-
tabilidad. En este mismo sentido, Cooper y Puxty(1996, P. 55) argumentaron
que la contabilidad así como la historia, sólo puede ser entendida como texto
y afirmaron “que no hay acceso a nada, excepto a través del lenguaje”. Es
tanta la importancia del lenguaje, que Hopwood (1996, P. 55), reconoció y
pidió más investigación para conocer los informes anuales como narrativas
que movilizan, cada vez más, las imágenes visuales de formas creativas y
el texto al lado de los datos contables. Macintosh (ob.cit.)
La corriente posestructuralista—por supuesto, con su negación y comple-
mento del estructuralismo, igual, adiciona nuevos elementos influyentes
en las formas metodológicas adoptadas por la investigación contable. En
forma precisa, los posestructuralistas critican el estructuralismo por la con-
centración del conocimiento en las estructuras, ignorando su genealogía.
Tal vez, el aporte más significativo de la corriente posestructuralista, lo sea,
ante el hecho de reconocer que la “realidad” es un fenómeno, ante todo,
socialmente construido. En este sentido, el lenguaje crea los significados
como ficciones que constituyen interpretaciones separadas de sus referen-
tes, mediadas por el propio lenguaje.
El posestructuralismo tiene una agenda política de creación de conciencia
sobre diversos hechos y fenómenos, se preocupa por el cambio y la natura-
lidad de los signos porque su significado se encuentra en el movimiento; el problema no es de leyes y estructuras atemporales, es de interactuación con
los textos para construir significados a partir de la genealogía de los signos.
El pensamiento posestructuralista afirma, que hay aspectos estructurales
oscuros de la sociedad, de modo, que se enmascara la existencia de con-
flictos e intereses políticos (Macintosh, ob.cit.p. 12-14). Macintosh, usó
los postulados posestructuralistas para realizar una investigación de los
significados profundos implícitos en los informes contables y no escatimó
esfuerzo alguno, para discutir que tales informes eran inútiles o carentes
de significación (Baker, 2011).
Las aplicaciones del posestructuralismo a la interpretación de los informes
contables, cuestionó los fundamentos de las postulaciones teóricas de la
contabilidad como modelo hipotético deductivo, constituyente de estruc-
turas de principios y reglas que eliminan la influencia de la subjetividad
del contador en la construcción de los informes, reemplazándola por una
intersubjetividad autoritaria que impide, al contador, ser constructor.
Los contadores deben reportar hechos acerca de las transacciones y los
acontecimientos económicos de la entidad de manera neutral y objetiva y,
estos informes, deben ser útiles para la toma de decisiones para lo cual,
se requiere información pertinente y estas cualidades pueden tener dosis
de contradicción porque los hechos son eventos pasados, por definición,
son irrelevantes, útiles para rendir cuentas pero no para tomar decisiones.
La toma de decisiones requiere información del entorno, del presente y el
futuro para ser pertinente pero debe ser confiable, verificable, fiel y realista
y, esto determina incoherencias que pueden conducir al escepticismo de
considerar los principios y reglas y, en consecuencia, los informes contables
como inútiles o carentes de significación.
Las críticas posestructuralistas de Macintosh continúan en relación con
los estados financieros, considerando que están integrados por bloques
de significación que carecen de integración, no se tejen en un todo com-
prensivo cuando incorpora, simultáneamente, información sobre hechos
representados a costo histórico, como en el caso de los inventarios, o la
incorporación de depreciaciones, amortizaciones o agotamientos y, de otro
lado, incorporando pronósticos para permitir información útil para la toma
de decisiones. Son bloques de información incoherentes, no pueden tejer-
se en una red informacional porque representan diferentes referentes, no
pueden estar en un mismo sistema de signos (Macintosh, ob.cit. p.39-40)
La Deconstrucción
La deconstrucción es un desarrollo del posestructuralismo que busca
comprender la manera como se construyó el texto, desmantelándolo, des-
comprimiéndolo y tomando distancia de él, para establecer la esencia de su
idea central, mostrando la inestabilidad de tal sentido por la provisionalidad
del mismo lenguaje, considerándolo en su proceso genealógico.
Su origen se encuentra en la preocupación por problemas del estructuralis-
mo que condujeron a la organización de una conferencia en la Universidad
Johns Hopkins en 1966, del seminario “Los lenguajes críticos y las ciencias
del hombre” con participantes tan prominentes como Jacques Derrida
(1930-2004), Roland Barthes (1915-1980) y Jacques Lacan (1901-1981).
Derrida expuso el texto que se convertiría en fundacional del concepto de
deconstrucción (Derrida, 1989),demarcando las limitaciones teóricas del
estructuralismo y, dándole el crédito merecido.
La deconstrucción no es destrucción, ni demolición: es construcción de sen-
tido mediante el cuestionamiento de jerarquías, la inversión de jerarquías,
la comprensión de la inestabilidad del lenguaje y el conocimiento de la ruta
genealógica de construcción de las ideas, cuestionando el logocentrismo
como unidad de sentido permanente, sobre lo que son o deberían ser las
cosas en el presente, basando ese sentido, en un fin último (Macintosh
ob.cit., p. 41-42)
La utilización de la deconstrucción en la contabilidad, es explicada por
Macintosh en el área de los costos, presentando una discusión inicial, en-
tre costeo absorbente o total y costeo variable o marginal. La contabilidad
pretende establecer un resultado objetivo y este [el resultado], está mediado
por la asociación de costos y gastos; esta perspectiva es total o absorbente
pero, tal apreciación, se puede controvertir por usuarios de la información
contable para efectos de mercado. La toma de decisiones sobre venta de
productos no requiere basarse en la relación precio de venta/costo total,
requiere establecer la relación ingreso marginal/costo marginal y, ello de-
termina, que es posible generar ganancias vendiendo a precios inferiores al
costo total, siempre que el precio de venta supere el costo variable o mar-
ginal. Seleccionar uno de los dos métodos, parece indecidible. Seleccionar
lo uno o lo otro entre alternativas en indecidible, los espacios significados
tienen aspectos plausibles y controversiales y diferentes niveles de interés
para diferentes usuarios u objetivos de la información.
Las contribuciones más significativas de Macintosh en este campo, invo-
lucraron esfuerzos encaminados a dilucidar cómo la ontología crítica y la
epistemología positiva inherente a la investigación contable tradicional, se
fundaban en cimientos frágiles, incapaces de resistir una crítica relevante.
Él, utilizó la deconstrucción para poner de manifiesto, la fragilidad de tales
cimientos en gran cantidad de artículos y libros. Hopper & Macintosh, 1993;
Macintosh (1998, 2002), Macintosh& Baker, (2002) aportaron apreciaciones
significativas para la literatura de investigación contable (Baker, 2011).
Contabilidad Heteroglósica
Un asunto que le imprime nuevas argumentaciones a la interpretación en
contabilidad y que se constituyen en avances contrarios a la demanda vía
positivista de la contabilidad, es precisamente la contabilidad en su deno-
minación de Heteroglósica. Esta contabilidad, en últimas, corresponde a un
conocimiento desde el lenguaje, que deja apreciar la existencia de varias
formas de observar los fenómenos e informes contables que conducen a
situaciones indecidibles sobre métodos alternativos, ninguno de los cuales,
se puede calificar de falso, dado que todos producen información pertinente
para algún usuario.
Macintosh (2002b), buscó una solución a este problema mediante la pro-
puesta de una contabilidad heteroglósica, de distintas voces y, su postu-
lación, se fundamentó en la teoría literaria, en la propuesta expresada por
Mijail Bajtin (1895-1975).
La teoría de Bajtin se fundamenta en la relación dialógica de autor y oyente
como sujetos activos, y el reconocimiento en los textos de la existencia de
fuerzas centrípetas y centrífugas. La fuerza centrípeta es centralizadora y
conduce los objetos a una dirección específica y preestablecida y puede
afirmarse que es monológica, pues conduce a un sentido unificado, en
tanto la fuerza centrífuga es ficticia en términos de la física, aparece para
un observador que usa un marco de referencia en la interpretación y, por
tanto, huye del centro determinado por un pensamiento hegemónico. Con
base en estas argumentaciones, Bajtin se opuso a la visión del “objetivismo
abstracto de Saussure” que pretendió un lenguaje de asignaciones mono-
lógicas y propuso una hibridación dialógica de los términos que determina
que los textos se pueden comprender a varias voces, son heroglósicos.
El discurso de Bajtin es aplicado a la contabilidad por Macintosh (2002b,
p.129-138) planteando que los informes contables pueden ser leídos o
comprendidos a varias voces y, en tal circunstancia, se eliminan las con-
diciones de indivisibilidad de métodos alternativos de reconocimiento y
valoración porque todos pueden ser incorporados en los informes de manera
simultánea y no discriminatoria como resulta al presentar esta información
como complementaria y sin auditoría, como lo recomiendan los reguladores
contables como en su caso el FASB (1969)
Las pretensiones sobre una contabilidad heteróglósica no son exclusivas de
Macintosh y sus grupos de trabajo; desde otras perspectivas, con fuertes
fundamentos matemáticos aparecen por los mismos tiempos, otras pro-
puestas que pretenden informes contables dualistas, trialistas y tetralistas
conservando fenómenos de financiación, producción, inversión y desinver-
sión (Balboa, Piedra & Margarita, 2002). También es un hecho, que estos planteamientos construidos desde la teoría literaria encuentran fuertes
respaldos en corrientes filosóficas de primer orden como el pragmatismo.
El posmodernismo
Esta corriente contiene formas distintas de concebir y conocer la sociedad,
la cultura y la historia. El posmodernismo niega las grandes narrativas e
historias del mundo, reconociendo sólo pequeñas historias de las posiciones
del sujeto, se concentra en el estudio de aspectos particulares que permiten
conocer pequeñas verdades para producir conocimientos contextuales en
lo histórico, social y cultural. No se considera posible una ciencia social
universal porque no se pueden medir posiciones de sujetos diferentes de
las personas y grupos cara a cara. Las ciencias sociales constituyen una
contabilidad de experiencia de perspectivas múltiples de discurso/práctica.
Macintosh irrumpe con sus trabajos de investigación en el problema del
control y, se basó para ello, en las tesis de Michael Foucault (1926-1984),
como ya lo habían hecho otros investigadores e, incluso, apoyado en el
mismo texto.
En la investigación contable, los artículos escritos por Hoskin Y Macve
(1986) y Miller y O’Leary (1987), anunciaron la introducción de las
ideas de Foucault en la investigación contable. Ambos artículos se
basaron en el libro de Foucault, Vigilar y castigar: El nacimiento de
la prisión. (Baker, 2011).
El planteamiento de Foucault sobre creación de conductas disciplinarias que
modifican los comportamientos de la gente, se fundamentan en los trabajos
de Bentham (1748-1832)11, la idea que nunca se realizó en Inglaterra, se fun-
da en el utilitarismo, se puede resumir en la expresión “pocos ven a muchos”
generando grandes ahorros en la administración penitenciaria; más que la
vigilancia real, es la creencia de su práctica la que disciplina las conductas
de los presos, entendiendo por disciplina la anatomía política del detalle que
se expresa en el control del espacio, el tiempo y la mente de los individuos.
Esa es la dimensión del panóptico interpretada por Foucault, extendiéndola
a otras acciones sociales como la educación, la salud, la fábrica y hasta la
vida doméstica, requiriendo especialistas para la vigilancia como policías,
psicólogos, educadores, médicos y otros; la teoría es aplicada por Macintosh
en la contabilidad, realizando verificaciones empíricas en empresas como
Wedgwood, Hawthorne Works, Empire Glass, ITT, y Johnson & Johnson
para comprobar la hipótesis (Macintosh, 2002, p.78-110).
En este ámbito posmoderno, Macintosh (2002,p.78-110) sistematizó admi-
rablemente el trabajo de Foucault para construir una interpretación de la
acción funcional de la contabilidad, centrado en la contabilidad de gestión
en sus componentes previsional y de hechos y sólo, marginalmente, en
relación con la contabilidad financiera.
El giro postmoderno de Macintosh alcanzó luego el escenario de la repre-
sentación contable a partir de la obra de Jean Baudrillard (1929-2007)12.
El trabajo de Macintosh, parte de la aplicación de las eras del signo (Baudri-
llard, 1994), a la evolución de la contabilidad, partiendo de la realidad pro-
funda, desde la antigüedad hasta la vigencia del feudalismo, considerando
la representación dual de la contabilidad en sus componentes de realidad
material y realidad social, para avanzar a la era de la falsificación en que se
desnaturaliza la realidad profunda como consecuencia de la invención de la
partida doble y las cuentas nominales que no representan nada, son sólo
nombres, avanzando a la era de la producción en el período que sucedió al
renacimiento para dar paso a la sociedad industrial, en la cual, la realidad
se enmascara para representar una apariencia de la realidad que oculta
el origen de la riqueza, mediante la separación de lo nominal en costos
que describen la producción y gastos que representan la comercialización,
generando la ilusión de que esta última, crea riqueza por generación de
ganancia y simulando la liquidación periódica de la empresa que se hace
continua, a diferencia del período anterior, en que era discreta, para poder
establecer resultados y distribuir ganancias.
A partir de este reconocimiento histórico, se considera que los informes
contables constituyen un simulacro que “no es lo que oculta la verdad, es
la verdad que oculta que no hay otro”, es un signo o imagen que da origen
a la hiperrealidad integrada por la circulación de signos e imágenes sepa-
rados de la realidad (Macintosh, 2002, p.54). A partir de este presupuesto,
cuestiona la representación de los signos de ingreso y capital considerando
que carecen de relación con referentes reales, se han hecho autorreferen-
tes, son una imagen de otras imágenes y no producen información real.
Igualmente, se aplican los conceptos de simulacro e hiperrealidad para
interpretar el tratamiento contable de las opciones sobre acciones determinado por FASB, a partir de la creencia ontológica realista de que constituyen
una realidad económica que debe ser representada, cuando en verdad,
sólo constituye una expectativa de negocio que genera incertidumbres de
medición y sólo tendrá realización, si los precios más altos de las acciones
favorecen a los inversionistas en el momento de hacerse efectivas (Ma-
cinstosh & Baker, 2002).
Al exigir el reconocimiento inmediato de opciones de acciones, se creía
que los números de los ingresos reflejarían mejor la “realidad” económica
asociada con el “gasto” de la concesión de una opción sobre acciones. Sin
embargo, si uno acepta los principios de la hipótesis del mercado eficien-
te, y si la información acerca de opciones de acciones se incluyera en las
notas a los estados financieros, la cuestión de cómo dar cuenta para las
concesiones de opciones, probablemente, se convertirá en irrelevante, ya
que con la revelación completa, el mercado sería capaz de correctamente
discernir la realidad económica, si la hay (Baker, 2011).
Los esfuerzos de Macintosh en esta línea de investigación, se orientan
a controvertir el realismo ontológico en las representaciones contables,
señalando que tal posibilidad no es posible en escenarios de construcción
social de la realidad a través de signos que han perdido sus referentes
materiales y se han estructurado como autorreferentes.
Conclusiones
La controversia que se suscita en la contabilidad alrededor de la construc-
ción de la teoría de la contabilidad, ha girado en torno de las tensiones
suscitadas entre el método utilizado por las ciencias naturales y sociales en
la construcción de teorías científicas; generando posturas y distintas meto-
dologías de construcción; entre ellas, se encuentran aquellas que se apegan
a la metodología de las ciencias puras para tratar, desde allí, dar respuesta
a la construcción de conocimiento y que en contabilidad se ha denominado
positivismo contable ; otra forma, la constituye el normativismo, que procura
por dar respuesta a la construcción de este conocimiento, contemplando
los juicios de valor y, entre otros aspectos, la ética y el bienestar social.
Los diferentes enfoques metodológicos enriquecen el conocimiento conta-
ble, en tanto que permiten nuevas miradas a los distintos asuntos, generan-
do controversias y tensiones necesarias en la construcción de conocimiento.
Un ejemplo de ello, es la connotada controversia Mattessich – Macintosh
que, de una u otra postura, han propiciado debates académicos notables;
por ejemplo, Mattessich después de los años noventa, presenta la pro-
puesta de la metodología condicional normativa; de alguna manera, trata
de conciliar la tensión entre el positivismo y el normativismo y, Macintosh, desde una postura posmoderna y con una intencionalidad interpretativa,
presenta la comprensión de la contabilidad desde la perspectiva de la teoría
literaria, el estructuralismo y el posestructuralismo; son amplias y develan
fracturas e inconsistencias en los informes contables que son su principal
objetivo, como consecuencia de la aplicación de normas que pretenden ser
objetivas y neutrales determinadas por procesos deónticos que pretenden
neutralizar la subjetividad de los contadores y auditores de tales informes.
Surge como una esperanza la formulación teórica para la solución de las
indecidibles prácticas alternativas, que es la contabilidad heteróglosica,
con la posibilidad de construir informes polifónicos que revelen diferentes
verdades de acuerdo con algunas ideas reguladoras no desarrolladas.
1 Para la comunidad científica, en general, el ideal supremo del positivista es la objetividad máxima, es decir, hallar un lugar fundamental de observación universal, absoluto y ahistórico, que no se contamine de factores subjetivos ni contextuales que afecten la trasparencia cognitiva de las ciencias (…). Por ello, el método científico debe ser aséptico y suprimir al máximo las interferencias, deseos, intereses, interpretaciones y expectativas del investigador, las cuales, deben mantenerse al margen del proyecto para evitar sesgos y errores subjetivos (Prince,(s/f) p.2)
2 “en esencia, para que un enunciado sea ontológicamente objetivo debe representar un rasgo intrínseco del mundo real y no sólo un rasgo del mundo relativo al observador” (Baker, 2010, p.11).
3 Mattessich en su obra Contabilidad y Métodos Analíticos (2002), puntualmente, critica la defini-
ción “más” oficial del AICPA: “la contabilidad es el arte que se ocupa de registrar, clasificar, expo-
ner—en forma significativa y en términos monetarios—transacciones, hechos que son, en parte al
menos, de carácter financiero, como así también interpretar los resultados obtenidos”; considera el
solapamiento del término transacción, interpretar, registrar (Mattessich, 2002,p. 16)
4 Kolakowski, justamente, afirma “la generalidad es la propiedad exclusiva de los productos del len-
guaje, o, más bien—según ciertas interpretaciones—de los actos del intelecto que opera con esos
productos; no coincide con ningún dato de la experiencia y, por tanto, en el mundo no hay nada que
sea general (1981: 20)
7 De acuerdo con Roberto Gómez López, (s/f, p.7) El término método queda referido al estudio del desarrollo, validación, y si procede, refutación de una teoría científica, aun cuando entendido de forma clásica, cabría entenderlo como aquellos procedimientos utilizados hacia la búsqueda de la verdad; así mismo, para Cañibano (1996) citado por Gómez (ob.cit, p 8), el método se constituye en un conjunto de postulados y premisas subsidiarias que permite someter a observación la realidad económica, expresar en un lenguaje convenido los aspectos cualitativos y cuantitativos de dicha observación conforme a unas reglas que garantizan un determinado grado de objetividad, y proce- sar la información resultante siguiendo unos criterios que permitan obtener estados sintéticos que contengan agregados relevantes.
8 La teoría positiva de la contabilidad ( PAT, del inglés positive accounting theory).
9 Explica Mattessich (2003, p.107), que las relaciones entre medios y fines (hipótesis instrumenta-
les) están basadas en relaciones de causa-efecto (hipótesis positivas), pero las trasciende concen-
trándose en un objetivo especificado y en las «herramientas » que puedan conducir a la consecu-
ción de ese propósito dentro de un grado deseable de eficacia y rendimiento. Puede que Immanuel
Kant tuviera en mente una idea similar al hablar de imperativos hipotéticos (de habilidad).
10 La pregunta sobre qué meta de la información perseguir, constituye el mencionado juicio de valor. Por tanto, el enfoque es normativo, de forma condicional, en cuanto , que el análisis científico se condiciona por la especificación de la norma, en concreto, la meta de la información. Sólo cuando ésta se haya realizado, puede proseguirse el análisis científico. ( Mattessich, 1998, p.122)
11 Bentham es un abogado inglés que se dedicó al pensamiento, creando la teoría y la ética utilitarista así como el valor subjetivo; en 1791 recibió el encargo de Jorge III para diseñar una cárcel que per- mitiera un mejor control de los presos y él concibió el panopticon, (pan= todos, opticon= observar) una construcción circular con una torre en el centro desde la cual, un guardia podía observar las actividades de los presidiarios aislados en celdas, sin que estos lo pudieran ver, pero pensaran que siempre estaban observados (1838, p.191-202).
12 Las ideas son expuestas en la controversial publicación inicial (Macintosh N, Shearer, Thornton, &Welker, 2000), generadora de una trascendental polémica al despertar la santa ira de R. Mattesich quien presentó unas contra-argumentaciones (Mattessich, 2006) más orientadas a controvertir el posmodernismo de Baudrillard que las aplicaciones contables de Macintosh, frente a las cuales, sus argumentaciones resultan superficiales. Un segundo trabajo, dos años más tarde, precisa las argumentaciones sobre esta temática (Macintosh, 2002, P.54-69).Bibliografía
Abbagnano, N. (2007). Diccionario de Filosofia. México: Fondo de Cultura
Económica.
Álvarez H, (2001). Desarrollos teóricos en Contabilidad. Revista Ambiente
Empresarial. Universidad del Quindío. Colombia.
Baker (2010). Una descripciòn de las posiciones estructutalistas y posmodernas
en la obra de Norma Macintosh. Perspectivas críticas en contabilidad journal home
page. Disponible :www.elsevier.com/locatel/cpa. [Consulta: 2013, agosto 25]
Baker, R. (2011). A discussion of the positions poststructuralist and postmodernist
in the work of Norman Macintosh. Critical perspectives on acounting , 110-117.
Balboa, P., Piedra, F., & Margarita, M. (2002). Del monismo al pluralismo contable.
Revista internacional de filosofía y epistemología de las ciencias económicas
EVEPYEIA, 124-165.
Ballesteros E. (1979). Teoría y Estructura de la Nueva Contabilidad. Alianza Editorial,
Madrid.
Baudrillard, J. (1994). Simulacra and simulation. Ann Arbor: University of Michigan
press.
Bentham, J. (1838). Tratados de legislación civil y penal, tomo VII. París: Librería
de Lecointe y Lasserre.
Cañibano, C. L. (1979). Teoría Actual de la Contabilidad, I.C.E. Madrid España.
Cuadrado, A y Valmayor, L. (1999). Metodología de la Investigación Contable. Mc
Graw Hill, Madrid.
Derrida, J. (1966). Los lenguajes críticos y las ciencias del hombre. Conferencia
pronunciada en el College international de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore)
sobre, el 21 de octubre de 1966. Publicada en L’Écriture et la Différence.
Derrida, J. (1989). Estructura, signo y juego en las ciencias humanas. In J. Derrida,
La escritura y la diferencia (pp. 383-401). Barcelona: Antrophos.
FASB. (1969). sfas 69. New York, EE.UU: FAF.
Franco, R. (2011). Reflexiones contables. Bogotá : Universidad Libre.
Franco,R.(2013).Contribuciones del posestructuralismo y el posmodernismo al
pensamiento contable. Lumina 14 N.P
Gómez, L. R (2004). La ciencia contable: Fundamentos científicos y metodológicos.
Disponible:http://www.eumed.net/cursecon/libreria/2004/rgl-conta/index.htm.
[Consulta: 2012, mayo 20]
Kolakowski, L. (1981). La Filosofía Positivista. Cátedra. Ediciones Cátedra. Madrid.
Lara D. J. (1990). Enfoques positivos en contabilidad: La nueva Investigación
empírica y el problema del método. En: Memorias I Simposio Nacional de
Investigación Contable Y Docencia. Medellín: CCINCO.
Macintosh, N., Shearer, T., Thornton, D. B., & Welker, M. (2000). Accounting as
simulacrum and hyperreality: perspectives on income and capital. Accounting,
organizations and society 25, 13-50.
Macintosh, N., & Baker, R. (2002b). A literary theory perspective on accounting,
towards heteroglossic accounting reports. Accounting, accountancy and
accountability journal vol15-2, 184.222.
Macintosh, N. (2002). Accounting, Accountants and Accountability. Poststructuralist
positions. Londres: Routledge.
Mattessich, R. (1998). Acerca de lo que he intentado hacer en mi labor de
investigación, donde puede que haya acertado y donde he fracasado. Revista de
Contabilidad. No 1(2) p 113-128
Mattessich, R. (2002). Contabilidad y métodos analíticos, medición y proyección
del ingreso y la riqueza en la microeconomía y el la macroeconomía. Buenos Aires
: La ley.
Mattessich, R. (2002b). Teoría del Excedente Limpio y su Evolución: Revisión y
perspectivas recientes. Revista internacional de filosofía y epistemología de ciencias
económicas V 1, No.2 EVEPYEIA, 49-79.
Mattessich, R. (2003). Contabilidad: ¿cisma o síntesis? El desafío de la teoría
condicional-normativa. Partida doble 144, 104-119.
Mattessich, R. (2006). La Representación Contable y el Modelo de capas de cebolla
de la realidad: Una comparación con los “órdenes de simulacro” de Baudrillard y su
hiprrealidad. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
Neurab Otto (1995). La Concepción Científica del Mundo-El Círculo de Viena. Centro
de Estudios de Filosofía Analítica.
Prince, R.T. (s/f). La premisa de las motivaciones en la teoría contable.
Requena José M (1986). Homogeneización de Magnitudes en la Ciencia de la
Contabilidad. España: Editorial Trívium.
Ryan, B., Scapens, R., &Theobald, M. (2004). Metodología de la Investigación en
Finanzas y Contabilidad. Barcelona: Deusto.
S.N. (>2009, Diciembre 18). http://es.scribd.com/doc/30538976/Tecnica-y-Teoria-
Literaria. Retrieved from http://es.scribd.com/doc/30538976/Tecnica-y-Teoria-
Literaria: http://es.scribd.com/doc/30538976/Tecnica-y-Teoria-Literaria
Tua P, J, (1983). Principios y Normas de Contabilidad. Historia, Metodología y
Entorno de la Regulación Contable. España: Instituto de Planificación Contable.
Watts, R.L. y Zimmerman, J.L. (1986). Positive Accounting theory. Englewood Cliffs,
NJ: Prentice-Hall International.
Rubiela Jiménez Aguirre
ela@umanizales.edu.co
Contadora Pública de la Universidad de Manizales, Especialista en Revisoría
Fiscal, Magíster en Gerencia del talento Humano de la Universidad de Manizales
y estudiante del Doctorado en Ciencias Contables de la Universidad de los Andes
de Mérida Venezuela. Profesora titular de tiempo completo de la Universidad de
Manizales, directora del grupo de investigación en teoría contable del programa
de Contaduría Pública.
Edgar Gracia López
egracia45@hotmail.com
Contador Público Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Gerencia del Ta-
lento Humano y estudiante de Doctorado en ciencias contables de la Universidad de
los Andes de Mérida; Venezuela. Ha sido docente investigador de las Universidades
Central y Nacional de Colombia. Fue decano de la Facultad de Contaduría Pública
de la Universidad de Manizales. Decano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Miembro académico del Centro Colombiano de Investigaciones Contables CCINCO.
Es un reconocido ponente nacional e internacional en temas relacionados con la
profesión y la disciplina, al igual que autor de una gran variedad de artículos de
circulación nacional e internacional. Actualmente es asesor del rector en planeación
académica y administrativa de la Universidad de Manizales.
Rafael Franco Ruiz
investigar1@gmail.com
Contador Público Universidad Libre (Bogotá). Magister en Administra-
ción económica y Financiera. Ha sido docente de la Universidad Libre,
Universidad del Valle, Universidad de la Gran Colombia, Universidad del
Quindío, Universidad de Manizales Universidad de Medellín, Universidad
de Cartagena, entre otras. Creador del modelo de Contabilidad Integral.
Conferencista en eventos nacionales e internacionales de la profesión y de
la disciplina contable. Su trabajo investigativo se ha materializado en nume-
rosas publicaciones en las más destacadas revistas del territorio nacional e
internacional, así como en libros de gran referencia académica, entre ellos
Reflexiones Contables, Contabilidad integral, entre otros.